Nunca he sentido especial simpatía por el
político capaz de ascender y condecorar a un destacado
oficial de la Guardia Civil cuando ya era investigado por su participación en un cruento y dantesco
caso de secuestro, torturas y asesinato. Probablemente uno de los episodios más vergonzosos de nuestra democracia y del que queda para la historia un sumario judicial más propio del Chile de Pinochet.
Siempre me ha llamado la atención la sangre fía con la que han obviado este aspecto de la biografía de Belloch la mayoría de la clase periodístico-política local. Incluyo aquí a los
activistas (?) de Amnistía Internacional de Zaragoza.
Pero no quería hablar, precisamente, del pasado del alcalde de Zaragoza. Les quería hablar del desencanto que su gestión y sus promesas incumplidas provocan
ya entre algunos, incluso, de los que fueron sus más entusiastas seguidores.
Cualquier persona que haya visitado Zaragoza en los últimos meses comprobará, con pena, que es probablemente una de las ciudades más sucias de España. Produce vértigo pensar que el deterioro urbano de la quinta ciudad española avanza en paralelo a la llegada a la alcaldía de Belloch.
Otros profundamente desencantados con Belloch son los
netócratas locales. Para ellos las grandes promesas de Belloch en el terreno de lo “
digital” se han convertido en burdas y pobres caricaturas de lo que pretendieron ser. Desde “
La Matriz Ciberpunk” ya le enviaban no hace mucho un contundente y desencantado
epitafio:
No era la \"Milla Digital\" lo que esperábamos de
Belloch... No queríamos un parque temático
para netócratas de diseño, un mundo Disney de ladrillo
y cristal. Queríamos y creemos en el centro, en la
disolución guetto de San Pablo mediante WIFI,
saneamientos, rehabilitaciones, semilleros, escuelas,
bicis, aulas universitarias... Creíamos que los
socialdemócratas construirían la ciudad red desde la
integración y no desde la construcción...
Ayuntamiento Belloch RIP.
P.D. También está profundamente desencantada mi vecina, ya jubilada, y que lo está pasando muy mal con la confiscatoria y repugnante subida de impuestos del Sr.Belloch y sus aliados nazionalistas. (la z la ponen
ellos).