La izquierda italiana,
nuestros amigos
radicali incluidos, forma un bloque compacto por el “
no” ante el
referéndum del domingo y el lunes en el que los italianos se tendrán que expresar sobre la reforma constitucional que introducirá, entre otras cosas, una especie de federalismo, que lejos de devolver competencias a la sociedad civil las
devuelve a las
taifas de la partitocracia regional. Muy en la línea de esa
moda de rancios trazos historicistas –una mera pantalla para entretenernos- que sufrimos en España entre el desdén libertario de
Juan Español y la euforia de una clase política regional que se las promete muy felices con sus nuevas normas, blasones y sillones.
La reforma constitucional italiana, que promueve la derecha confederalista de Bossi-Berlusconi, que en Italia hacen el papel de Maragall-ZP, incluye la formación de un Senado federal con 200 miembros representantes de las regiones, que junto a la actual Cámara de Diputados, conformará el Parlamento. La ley, también, daría mayor poder el primer ministro y menos competencias al presidente de la República.
En este referéndum no se necesitará el quórum del 50 por ciento para que el resultado sea válido, ya que al ser una reforma constitucional que no fue aprobada por los dos tercios del Parlamento, es necesaria la decisión de los italianos sea cual sea el porcentaje de personas que voten.
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nota: Los
radicali de
Della Vedova -agregados al partido de Berlusconi- no comparten la postura
jacobina de los
radicali "pata negra" de Pannella. Algunos
bloggers italianos próximos a Della Vedova acusan a los de Pannella de parecer unos radicales afrancesados. ¿Será casualidad que el
Partido Radical de Izquierdas francés haya sellado recientemente un acuerdo de colaboración con el partido de los liberales europeos al que, por cierto, pertenecen sus amigos
italianos?