Más Esperanza

Ayer Nipho :-), hoy Umbral:

El mitin de Esperanza
FRANCISCO UMBRAL

Con traje floreado, fusilada de fotógrafos y con el agua mineral al cuello, guapa como siempre, Esperanza Aguirre prometió en su mitin limitar a 40 días el tiempo de espera para una mamografía, la gratuidad de libros de texto para familias numerosas, la creación de la Consejería para la Inmigración, más el sufragio hasta el 80% del coste de las prótesis dentales a los mayores de 65 años, la puesta en marcha del Servicio Sanitario de Atención Rural, la construcción de un tren de Móstoles a Navalcarnero, el cierre de la M-50 y el comienzo de la Radial 1. O sea que esto son lentejas.

La reducción a 40 días para una mamografía resulta, además de práctico, humanitario. Es decisión que sin duda tenía que crear una mujer. La Consejería para la Inmigración es una medida eminentemente política por la importancia que ha tomado este movimiento social. Sufragar hasta el 80% las prótesis dentales a los mayores de 65 es una medida higiénica y además estética, porque estamos abrumados de ver por la calle y en la televisión gente con los dientes estropeados como almenas medievales. Una de las cosas más urgentes que tiene España es ponerse los dientes. El Servicio Sanitario de Atención Rural es una manera de que la enfermedad y el enfermo lleguen más lejos de los hospitales de Madrid. Esperanza va a construir un tren de Móstoles a Navalcarnero, a cerrar la M-50 y empezar las obras de la Radial 1. Toda una gestión comarcal que completará la vida y su calidad en la Comunidad de Madrid.

Repasando esta lista de proyectos tan prometedores nos preguntamos qué es lo que habían hecho hasta ahora nuestros gobernantes, y especialmente los encargados de todas estas cosas. Esperanza Aguirre es un tipo de político eminentemente activo y práctico, que prefiere funcionar en lo concreto a perderse en los discursos sinestésicos de otros.

Pero al mismo tiempo, Esperanza se suelta una papela de guerra abierta y de vez en cuando supera a sus jefes o abruma a sus adversarios, como ahora ha sido, con una lista de proyectos reales que nadie puede ignorar. Alguna vez hemos escrito aquí que Esperanza ha aplicado la economía doméstica a sus cargos y siempre con buen resultado. Hoy es la mejor ama de casa de España. Cree uno que la Comunidad de Madrid le viene a la medida a esta aristócrata hacendosa que por sí misma nos permite hablar de la rebelión de la mujer, la revolución del sexo femenino y la capacidad de atender a los pequeños problemas individuales tanto como a las grandes aventuras ministeriales.

El mitin de Esperanza tuvo más de esperanza que de mitin. No hace muchos días que almorcé con ella y me asombró una vez más su capacidad de gestión. Recuerdo los tiempos en que fue ministra de Cultura, cuando ella todavía se estaba formando como político con ambiciones y proyectos. Tenía momentos de puro aprendizaje, pero con mucha voluntad. Hoy reúne ambas cosas y ya no es una autoridad de ocasión sino que tiene ocasión de ejercitar sus autoridades. Ha madurado mucho como político sin necesidad de cumplir años, porque diría uno que no los cumple. Tiene hoy mucha más capacidad y soltura que entonces, y también más elegancia política y humana. La política, que forja muchos monstruos masculinos, también da de pronto este milagro valiente y femenino.